¡Hola amigos! De nuevo por aquí para seguir compartiendo nuestra experiencia en jardinería.

Hoy hablaremos de una cuestión súper importante, pero que curiosamente mucha gente no se detiene a revisar: las semillas.

Como bien sabemos, las plantas de nuestro jardín se pueden cultivar de muchas maneras. Sin embargo, la forma más económica siempre será empezar desde las semillas. Este método también nos brindará muchas satisfacciones, ya que veremos crecer a nuestra planta desde su origen, gracias al cuidado que le brindaremos durante todas las etapas de su desarrollo.

Es importante mantenerlas en un lugar fresco. Normalmente las semillas pueden tener un buen tiempo de vida útil. Se recomienda en todo caso utilizar la mayor cantidad posible en la siembra, para poder asegurar el correcto crecimiento de la planta.

Para los principiantes es recomendable hacer la primera siembra en un semillero, que bien podría ser un cartón de huevos, un grupo de macetas pequeñas, o una bandeja de germinación. Esta primera etapa permitirá el desarrollo normal de las plántulas para luego poder hacer el trasplante a una maceta más grande o al jardín. En esta etapa no es necesario ningún fertilizante, así que pueden utilizar tierra preparada mezclada con arena. El riego debe ser diario y se debe hacer en forma muy cuidadosa. Se recomienda utilizar un aspersor (spray).

Dependiendo de la variedad, deberíamos empezar a tener nuestros primeros brotes en unos 10 a 15 días. Luego de que empiecen a salir debemos procurar tenerlos siempre cerca a la luz solar y protegerlos durante las noches de una eventual lluvia muy fuerte. En aproximadamente un mes ya deben estar listos para el trasplante. Es solo cuestión de ver si ya tienen el tamaño adecuado. Vale decir, si ya no caben en su cama, los pasamos a una más grande.

Con una buena selección de semillas y un buen cuidado de las plántulas en su fase inicial, es por seguro que tendremos plantas fuertes y vigorosas en nuestro jardín.

¡Hasta la próxima!

Dave.
http://loco-dave.blogspot.pe/